Sin pestañear


Hace un par de temporadas, esta norteamericana irrumpió de tal modo en el panorama editorial español que nos preguntábamos qué habíamos hecho tantos años sin conocer a Vivian Gornick. Lo hizo gracias a la editorial Sexto Piso y mediante dos libros de corte autobiográfico –Apegos feroces y La mujer singular y la ciudad— escritos con treinta años de diferencia pero que tenían, ambos, como protagonistas a ella misma, a su madre y a su amada Nueva York. También en Mirarse de frente, siete textos de esta peculiar unión entre reflexiones y anécdotas personales (su relación con el feminismo, el homenaje a una mujer que parecía destinada a convertirse en una gran amiga, su periplo como profesora invitada por una serie de universidades y la fauna que las puebla…), asoman sus temas habituales: la formación y el cultivo de una mente exigente, el placer de una conversación “nutritiva”, la enorme dificultad de las relaciones de amistad y, sobre todo, la soledad: irremediable, necesaria, seductora, chantajista. Y lo hace mirando de frente; no –como parece sugerir la ilustración de la portada— al otro, sino a sí misma. Así: sin pestañear.

Comentarios

Entradas populares