Azucre, o Las desventuras de la migración
Un
librillo flaco, de primorosa y elegante edición (y es que en Pepitas de Calabaza son así), de escritura sencilla, esmerada y sabiamente elíptica, nos
trae noticias de un tremendo episodio de la historia española del siglo pasado:
el envío, a mediados del siglo xix,
de más de 1700 gallegos a Cuba, con la intención de colonizar con trabajadores
blancos la isla, ya que se consideraba que estos tenían una capacidad superior de
trabajo y porque la prohibición de la trata ponía en peligro el suministro de
trabajadores procedentes de África. Fueron reclutados con la promesa de un
trabajo estable y futuras riquezas en una tierra —Galicia— tradicionalmente castigada por la pobreza
y las cosechas escasas. Una vez allí, en Cuba, su situación era de auténtica
esclavitud, las condiciones infrahumanas. El artífice de semejante ultraje fue
el indiano y diputado a las Cortes, Urbano Feijóo Sotomayor. De esta anécdota parte
Bibiana Candia para dar voz a un grupo de “rapaces”, chavales toscos, llenos de
vida, sueños y candidez, que son metidos en un carguero y llevados al otro
extremo del globo, sin entender bien lo que les pasaba. Ese Orestes Veiga, Juan el
Rañeta, José el Comido, Amador el Tísico, Manuel de Trasedelrío…, que van hablando
y perfilándose, representan a todos los que un buen día partieron con una
bolsita de tierra y un ajo macho por único equipaje, que su madre les había
metido para que no olvidaran de dónde venían. Porque “de repente, cuando estás
en un lugar remoto y diferente, tu propia historia parece algo lejanísimo, algo
que le sucedió a otro. La duda es si en este extremo de la tierra, y después de
todo este viaje, seguimos siendo nosotros aquellos rapaces que se saludaban
casi dándose golpes porque la energía se nos salía del cuerpo.” Se preservan
cartas, auténticos gritos de auxilio de los indefensos que sobrevivieron, y que
llevaron a protestas en un lado y otro del Atlántico y la eventual cancelación
del proyecto de Feijóo Sotomayor. El cual, escasa sorpresa, salió impune y
diputado del escándalo… Un librillo muy valioso, este Azucre, por cuanto cuenta
y por cómo lo cuenta.
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